domingo, 1 de marzo de 2009

A veces me gustaría vivir sobre una nube, para no perder nunca de vista tu estrella, para no olvidar nunca que siempre me escuchas, para no sentirme solo en este lugar. A veces me gustaría que siguieras acá, o estar yo allá. A veces se me ocurre la loca idea de que me pases a buscar, diez, veinte, treinta minutos, lo que sea, para viajar hasta el borde de la vía y preguntarte si querés que te cuente el cuento de la buena pipa, y, por fin, con tu silencio sentir que estás sonriendo ante la inocencia de tu nieto...

1 comentario:

Romii dijo...

Nonono, me hizo llorar.