jueves, 24 de febrero de 2011

A veces todo empieza con un simple mal humor, pero se deviene a tristeza y añoranza de aquello que nos sostenía en momentos así. El círculo vicioso no frena y entre sueños encuentro un camino terrible, mucho peor del que pensé antes de apoyar la cabeza sobre la almohada. ¿Qué será de mi día después de amanecer como si nunca hubiera dormido? Simplemente te deseo, te extraño. Pero no sos vos lo que quiero hoy, porque con vos no veo el mañana y esa sensación me puede volver un poco loco. No sé que hacer, y eso es lo que mata más allá de la humedad. Será cuestión de pelear cada minuto como si fuera el último, colgarme del travesaño hasta el Sábado a la noche cuando realmente tenga tiempo para olvidarte, o por lo menos postergarte unas horas...

lunes, 21 de febrero de 2011

¡ACÁ!

viernes, 18 de febrero de 2011

La lluvia me recuerda aquella madrugada, aquella caminata, aquella esquina, aquel eterno instante. El agua y tus manos sobre mi torso desnudo para luego, en un instante de no sé que, no querer pasar a tu casa y caminar solo, como ahora. A veces siento que por mis venas vuelve a calentarse la sangre, pero después recuerdo toda el agua que pasó bajo el puente y que, así como se me olvida que te olvidé, a vos se te olvidó que era lo que me hacía ser tan importante para vos.
Ya no sé que hacer conmigo además de simplemente dedicarme a destruir mi ser...

jueves, 17 de febrero de 2011

1990-2011

A eso de las siete, ocho de la noche llegaban a casa los cuatro. Siempre mi viejo y Walter se encargaban de cocinar, mi vieja y Vivi de chusmear. Los cuatro salvajes nos internabamos en el garage a jugar a los autitos, los muñecos o a los videojuegos. El tiempo volaba y, a regañadientes, terminabamos por aceptar el llamado a comer. Cenabamos los ocho en el comedor, que por lo general no se usaba para otra cosa que para reunirnos las dos familias. Después los grandes se quedaban tomando el café y jugando a las cartas o algún otro juego de mesa, mientras nosotros volvíamos a nuestro mundo de ensueño. Los pobres eran cada vez más, y más pobres; los ricos eran el opuesto exacto y la clase media desaparecía lentamente. Los casos de corrupción eran de conocimiento público, pero nada podía hacerse contra el poder. Los monopolios mediáticos (periodismo objetivo para nosotros en esa época) no nos habían alertado de los conflictos que generaba el modelo de los ´90, y felices con nuestros pesos-dólares derrochabamos sin saber que lo hacíamos. Mientras algunos argentinos paseaban por Europa y Estados Unidos, otros perdían sus puestos de trabajo y se sumían en la pobreza. A eso de las doce era la hora en que siempre se iban (o intentaban) por lo que empezabamos a diagramar nuestro escondite. A veces simplemente nos escondíamos atrás de la puerta del lavadero, pero por lo general nos dedicabamos a construir un fuerte de juguetes, sillas y mesas debajo del cual nos ocultabamos. Pasabamos desapercibidos mi amigo Leandro y yo, cumpliendo nuestro objetivo de que él se quedara a dormir. Años más tarde entendimos que en realidad siempre supieron donde estabamos, pero, escondidos o no, nos iban a dejar. Los más desesperados y excluidos construian con chapas casillas donde pasar la noche, que si bien no alcanzaban para escaparle al frío si servían para mantener minimamente la imagen física de un hogar. De todas formas, muchos padres y madres de familia cayeron en distintos espirales descendientes ante la desesperación, tales como salir a robar, beber alcohol, consumir drogas de pésima calidad y peores efectos sobre el cuerpo y la mente; o todo junto. Las familias se rompieron literalmente y muchos pibes siguieron los pasos de sus padres. Después de un rato, cansados de jugar, decidíamos salir de nuestros escondites para afrontar la cruda verdad, era momento de irse a dormir. Llegó el final, año 2001, el modelo explotó, llegó a su fin. Pasados los años mis amigos se mudaron a España, buscando un futuro que no veían posible en Argentina. Fue mucha la gente que optó por mudarse al extranjero por no ver en este país una gota de esperanza. Mi familia y yo nos quedamos acá, no sé si por no poder irnos o por verdadero deseo de pelearla. El pueblo fue despertando a partir del 2003, y a base de lucha y esfuerzo logró abrir los ojos y depojarse de toda la tristeza que acumulamos durante doscientos años para levantar la frente y poder sentirse orgulloso del país que forjó. Muchas veces los extraño, por más que ya no sea un niño, pero por suerte tengo la esperanza de que algún día vuelvan ahora que mi país los recibe con las puertas abiertas y la ilusión renovada de ser cada día un poco más.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Si pudiera encontrarte y supiera no ilusionarte te arrancaría la tristeza con un beso que te vuele el corazón...

lunes, 14 de febrero de 2011

Veo al futuro como una larga lista de objetivos ordenados cronológicamente, con el más importante muy lejos, al final. Siempre tu nombre está en ese espectacular e improbable final.
No sé si es la fecha pedorra, que dormí mal, que no salí anoche o que mierda; pero, hoy, te extraño.

domingo, 13 de febrero de 2011

No voy a atar mi corazón

Si no creo en el amor eterno fue porque cuando me lo dieron no lo acepté, y cuando lo acepté en realidad no me estaban dando nada. No puedo cambiar, esto es lo que soy, lo que terminé siendo. Todos fantaseamos con que nuestra adolescencia sería eterna, con que nuestros pensamientos y sentimientos no iban a cambiar, pero después crecemos y dejamos de prometer. Todo lo que me queda es un corazón que tiene miedo de romperse, y yo, como soy bueno con él, no pienso arriesgarlo nuevamente. Todo esto por ahora, claro, es que como dije, ya no me sale prometer...

viernes, 11 de febrero de 2011

Ratero, un cruel y vil ratero me robó. Esto es increíble, nunca se me ocurrió verlo así, pero me robaron. Es así de simple, y yo no denuncié. Reclamo lo que es mío, o mejor aún, quiero una indemnización por daños y perjuicios.
Esto es completamente infantil (por no decir estúpido) pero sinceramente me divierte.

jueves, 10 de febrero de 2011

Me siento plagiado, robado, y por sobre todo idiota, porque tarde meses en darme cuenta. Igual me doy el placer de vengarme sanamente escribiendo esto que, por empezar, no creo que nadie lea y, por terminar, sé que NADIE va a entender.
La opulencia salió otra vez en defensa de la desgracia y de la muerte. ¿Qué otros derechos defienden sino los suyos? Será democracia mientras al imperio le convenga, sino siempre hay una mejor salida, siempre una justificación. ASCO. Siento asco al verlos pavonearse por ahí, hablando de lo que es mejor para este pueblo o para el otro. ¿Desde cuándo entienden lo que es el sufrimiento de los egipcios, de los palestinos? ¿Desde cuándo saben qué le vendría bien a Colombia y todo Latinoamérica? Enardeciendo una vez más nuestras gargantas con aquel "¡YA BASTA!" zapatista, debemos luchar contra la patrañas que nos quieren hacer creer los poderosos, en nuestra Argentina, en nuestra América del Sur y en todo territorio del mundo donde todavía crezca el verde de la esperanza...

martes, 8 de febrero de 2011

Siempre quiero volar, y por eso siempre extraño el firme suelo...

lunes, 7 de febrero de 2011

Ya me había olvidado del cálido sabor de la tristeza. Puede que todo mi conflicto pase porque, en verdad, no puedo vivir sin tener una lágrima siempre a punto de nacer. No hay mejor compañera que esta soledad para motivarme a escribir, a leer, a opinar, a ser un poco más analítico de todo. Ser feliz me vuelve improductivo, una persona bastante inútil cuya frontera no pasa de algún día casarme y tener dos hijos. En cambio esto... No es que sea un desalmado, pero tengo que encontrarle alguna lógica a las cosas que hice si no quiero volverme loco.

domingo, 6 de febrero de 2011

Fue un momento de la noche en el que de repente me perdí. Perdí mi coherencia, perdí mi juicio, perdí mi conciencia. Y entonces, oliendo el alcohol que buscaba escapar de mi cuerpo por cada uno de mis poros, sentí que me había encontrado. Así es como me había acostumbrado a convivir con el mundo, lleno de tristezas, de cervezas y un desliz...