viernes, 26 de junio de 2009

Estos tiempos tan difíciles se han vuelto mas sencillos desde que evito pensar tanto. Igualmente debo confesar que extraño esas charlas eternas que manteníamos. Yo lloraba, vos escuchabas. Yo me quejaba, vos escuchabas. Yo me animaba, vos escuchabas. Yo giraba sobre el colchón y daba vuelta la almohada mojada de sal y ahí si, por fin tomando cartas en el asunto, sentía comome arropabas y vigilabas hasta que mis ojos quedaban cerrados. Pensándolo bien, hoy probablemente me quede un tiempo hablandole al techo, para que vos me escuches, no se si llorar, pero seguro extrañarte...

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