En un papelito decía: "No tengas miedo de arriesgarte, la vida es corta no te va a esperar", y además tenía dibujado un árbol muy bonito con corazones, estrellas y otras cosas chiquititas alrededor, ocupando todo el cielo. Por un momento me quedé paralizado, y al instante siguiente supe que (quiera o no) era el último justificativo que necesitaba. Me voy a ir, me voy a arriesgar y, no se como ni cuando, voy a besarla...