Guerra

Hoy, en el mundo, unos pocos tienen el poder de decidir por unos cuantos. Unos pocos deciden mal por unos cuantos. Unos cuantos están mal por unos pocos, y esos pocos están bien a costas de esos cuantos. Lo que los pocos no tienen en cuenta es que los cuantos tienen un poco de esperanza. Si la esperanza se hace lucha y las palabras son las únicas armas, los pocos no sabrán combatir. Dispararán a mansalva, asesinando algunos de esos cuantos que luchan, y multiplicando suis palabras, dando mas armas al enemigo. Todos esos pocos perderán el derecho a la tiranía y se verán obligados a vivir como digan esos cuantos. Esos cuantos serán justos, y este mundo no será mitad de unos pocos y mitad de unos cuantos, sino un hogar para todos. Declaro este guerra a los pocos. ¿Quién de los cuantos vendrá a luchar a mi lado?