lunes, 29 de marzo de 2010

Sobre el cristal dejé mis penas, pero mi sonrisa no ha sabido volver de ahí. Me metí en lugares de los que no puedo salir y lo pierdo todo por una ínfima partícula mas de tu áspera esencia. Maldita la noche en que te conocí, noche en que comencé a perder mi alma, gramo por gramo, casi sin darme cuenta...

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