sábado, 25 de diciembre de 2010

Bajó la espuma de repente, y me encontré con un mar vacío, lleno de nada. El frío que no me acarició durante la noche arremete contra mi cuerpo en la mañana y me siento tan triste... Por suerte siempre he de contar con mi estrella, tan lejana, tan próxima, tan hermosa y tan importante para mí...

No hay comentarios: